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La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) organizaron un evento bajo el título “América Latina y el Caribe en la nueva era de políticas industriales y de desarrollo productivo”, con el fin de destacar la relevancia de estas políticas en un contexto global complejo marcado por múltiples crisis. Durante la jornada, se presentaron los estudios recientes de ambas organizaciones y se reunieron expertos, formuladores de políticas, académicos y representantes del sector privado, quienes compartieron las experiencias de la implementación de las políticas industriales en la región.
En la apertura del evento, Javier Medina-Vásquez, Secretario Ejecutivo Adjunto de la CEPAL, manifestó que la sinergia entre la ONUDI y la CEPAL refleja los intereses comunes en materia de desarrollo productivo para superar las tres trampas de desarrollo que enfrenta la región. “Avanzar en estas políticas exige superar retos técnicos y políticos, con un enfoque colaborativo que involucre al sector público, privado, académico y a la sociedad civil”, puntualizó. Por su parte, Cecilia Ugaz Estrada, Directora General Adjunta de la ONUDI, centró su intervención en el papel central del sector productivo para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Sin embargo, Ugaz destacó que “su potencial transformador no se materializa automáticamente: requiere de políticas claras, alineadas con los ODS”, afirmó.
El rol de las políticas de desarrollo productivo
Tras las presentaciones institucionales, Alejandro Lavopa, presentó el Informe sobre el Desarrollo Industrial 2024 en el cual se detalla el rol de estas políticas para acelerar los ODS. Lavopa explicó que el impacto de las crisis globales pone en riesgo el cumplimiento de los objetivos y alertó que “solo el 15% de las metas están bien encaminadas para que se cumplan en 2030. La solución pasa, necesariamente, por el desarrollo de capacidades productivas que generen efectos multiplicadores”, destacó. Según Lavopa, las políticas industriales necesitan esfuerzos coordinados, deben ser colaborativas, orientadas al futuro, adaptadas a las mega tendencias globales y coordinadas regionalmente.
Por otro lado, Marco Llinás, director de la División de Desarrollo Productivo y Empresarial de la CEPAL, presentó el estudio “Panorama de las Políticas de Desarrollo Productivo en América Latina y el Caribe 2024“ que aborda las trampas estructurales que afectan a la región, en especial la de baja capacidad para crecer y el estancamiento productivo. “Es necesario adoptar un nuevo enfoque que escale y mejore las políticas de desarrollo productivo”. Según Llinás, esta nueva visión debe ser colaborativa, que integre esfuerzos tanto horizontales como verticales, con enfoque territorial, experimentalista y con un afán de internacionalización que permita conectar esfuerzos de desarrollo productivo con otros países. Como último punto, Llinás remarcó que “la región no comienza de cero, sin embargo, los esfuerzos son marginales y carecen de articulación entre actores”, concluyó.
Panel de experiencias nacionales en el desarrollo productivo
El evento continuó con un panel de discusión moderado por Manuel Albaladejo, representante de la ONUDI para el cono sur, en el que se expusieron las experiencias de diversos países en la implementación de políticas industriales. Desde Honduras, Cinthya Arteaga, subsecretaria de Desarrollo Empresarial y Comercio Interior, explicó que la principal preocupación del país es asegurar la continuidad de las políticas más allá de los ciclos gubernamentales. “Hemos reforzado los equipos técnicos para que den continuidad a los proyectos y fortalecido las capacidades de gobernanza, promoviendo transparencia en todos los procesos de discusión público-privados”. Según Arteaga la claridad institucional es fundamental, así como el fortalecimiento del capital humano y la evaluación de impacto de las políticas.
Por su parte, Daniel Gómez, vicepresidente del Consejo Privado de Competitividad de Colombia, habló de la importancia del diálogo público-privado y cómo desde las cámaras de comercio crearon un espacio de trabajo permanente que logró articular los distintos actores con una mirada territorial. “Un ejemplo de esta implementación de mediano y largo plazo es el programa ‘Fábricas de Productividad’, que nos ha permitido cerrar brechas digitales y mejorar las capacidades empresariales”, comentó.
Por lo que respecta a Chile, Jocelyn Olivari, Gerente de Innovación de la CORFO, explicó que el país necesita tasas de crecimiento superiores al 2% para generar mejoras significativas en la calidad de vida de la población. Según Olivari una de las iniciativas que impulsó CORFO para lograrlo fue la creación de ecosistemas de innovación y conocimiento. “Desde hace años, Chile apoya la industria de capital de riesgo. generando alianzas para que los emprendimientos de alto crecimiento logren levantar capital en la bolsa y apostando por el desarrollo de emprendimientos científicos y tecnológicos”.
Desde Argentina, Pablo Dragún, director del Centro de Estudios Unión Industrial Argentina se refirió a los desafíos macroeconómicos que enfrenta su país y como la organización logra incidir en ellos para superarlos. “Tras más de 137 años de actividad, continuamos trabajando en propuestas generales de la industria, prospectivas de largo plazo e implementación en los territorios”, explicó.
Finalmente, Silvana Grosso, Jefa del Área de Política Industrial, Ministerio de Industria,
Energía y Minería de Uruguay, compartió la experiencia del país en el proceso de la diversificación de la matriz productiva. Grosso explicó que tras varios años, se logró conformar el Sistema Nacional de Transformación Productiva y Competitiva que permitió articular espacios de decisión política y generar marcos regulatorios que fortalecieron la gestión de equipos técnicos y cámaras privadas. Asimismo, resaltó que esta instancia facilitó la coordinación interministerial; sin embargo, señaló que “uno de los principales desafíos fue el respaldo financiero para estas iniciativas”.
En las palabras de cierre, Cecilia Ugaz Estrada resaltó la importancia de fortalecer las complementariedades entre los países de la región. “La experiencia de América Latina y el Caribe en desarrollo productivo debe trascender a otras regiones del mundo y consolidarse como una visión a futuro”, señaló. Por su parte, Marco Llinás (CEPAL) destacó la necesidad de traducir las propuestas en acción concreta. “La clave está en aterrizar estas ideas, territorializarlas y llevarlas al más alto nivel político”, concluyó.
El evento evidenció que América Latina y el Caribe debe adoptar una nueva estrategia de políticas industriales, capaces de responder a los desafíos globales y regionales. La transformación productiva debe ser una prioridad, impulsada por la innovación tecnológica, la cooperación de todos los sectores y la integración regional, con el objetivo de construir economías más productivas, resilientes, inclusivas y sostenibles que permitan a la región enfrentar las demandas del futuro.