Press Release
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL) organizó el seminario virtual “La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe 2024: México en foco”, que se enmarca en una serie de encuentros para para difundir los hallazgos del informe anual “La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe 2024” y generar un espacio de discusión y diálogo sobre los desafíos y oportunidades que plantea la IED, tanto a nivel nacional como subnacional.
Jorge Mario Martínez, oficial a cargo de Dirección de la sede subregional de la CEPAL en México, abrió el espacio explicando que el informe llega en un momento crucial. La región enfrenta tres trampas del desarrollo: una trampa de baja capacidad para crecer; una de alta desigualdad, baja movilidad social y débil cohesión social, y una tercera de bajas capacidades institucionales y débil gobernanza. Todo ello enmarcado en un desafiante contexto global marcado por tensiones geopolíticas y arancelarias. “El informe muestra una desvinculación entre la IED y las políticas de desarrollo productivo, lo que representa un gran desafío. Estamos en un momento clave para hablar de cómo hacer políticas de desarrollo productivo y cómo vincularla con la IED”, destacó.
Tendencias de la IED en América Latina y el Caribe:
Cecilia Plottier, oficial a cargo de la Unidad de Inversiones y Estrategias Empresariales de la CEPAL, retomó la conversación para presentar los principales resultados del informe “La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe, 2024”. Según Plottier, en 2023, las entradas globales de inversión extranjera directa disminuyeron significativamente, afectando también a América Latina y el Caribe, donde se registraron USD 184 mil millones, una caída con respecto a 2022. Sin embargo, el comportamiento fue heterogéneo: mientras Brasil experimentó una disminución, otros países de América del Sur, Centroamérica y el Caribe mostraron incrementos. En México, las entradas cayeron de USD 39 mil millones a USD 30.2 mil millones, aunque la reinversión de utilidades creció, reflejando el interés de las empresas instaladas en seguir expandiéndose en el país. A nivel sectorial, Plottier mostró que los servicios siguieron liderando las entradas de inversión en la región, seguidos de la manufactura y los recursos naturales. Para México, el sector manufacturero, especialmente el automotriz y autopartes, sobresale como principal receptor y sector estratégico desde 2010.
Para cerrar su intervención, Plottier destacó que “es necesario abordar con políticas integradas para lograr que la IED permee en el tejido productivo y llegue a todos los territorios. Para ello hay que articular los esfuerzos nacionales y subnacionales de atracción de la IED con los esfuerzos de transformación de la matriz productiva”.
Reflexiones sobre buenas prácticas en las políticas públicas:
Tras la presentación del informe, se dio inicio al panel de expertos donde los participantes expresaron que la IED debe aportar al desarrollo económico y social del país. Susana Duque, directora general del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (COMCE), expresó que el concepto de inversión debe ir más allá del monto percibido: “Debe generar impacto en la economía y las comunidades, construyendo ecosistemas productivos sofisticados mediante colaboración entre gobierno, empresas, universidades y centros de investigación”. Por su parte, Jennifer Alvarado, investigadora senior de la Unidad de Comercio Internacional e Industrial de la sede subregional de la CEPAL en México, señaló que la inversión extranjera “debe ser un componente estratégico del proyecto económico y político del país. Sin embargo, es fundamental que esta inversión sea sostenible y esté respaldada por una mayor cohesión social”, concluyó.
Para llevarlo a cabo, los panelistas destacaron algunas de las buenas prácticas que se están desempeñando en México. Marco del Prete, secretario de Desarrollo Sustentable del Estado de Querétaro y presidente de la AMSE, apuntó que es imprescindible la claridad en los procedimientos administrativos y regulaciones para fomentar la IED. Además de ello, Prete remarcó la importancia de desarrollar capacidades industriales, tener no solo un ecosistema industrial sino también una infraestructura apta para recibir la inversión.
Saúl de los Santos, subsecretario de Planeación Económica del Estado de Baja California, complementó estas ideas resaltando la relevancia de que las localidades definan sus sectores estratégicos con especificidad. “Debemos apostar por un crecimiento vertical en las cadenas de valor, por ejemplo, pasando de la fabricación de componentes automotrices a su diseño e ingeniería. Asimismo, es crucial explorar sectores de tecnología avanzada como nanotecnología y semiconductores para asegurar que nuestras regiones participen en las industrias del futuro”, afirmó.
Vinculación de la IED con el territorio
Un tema recurrente durante el seminario fue la importancia de la articulación entre niveles de gobierno para garantizar que la IED beneficie a los territorios menos desarrollados. Vidal Llerenas, subsecretario de Industria y Comercio, explicó que “México tiene una tradición de atracción de inversión y política pública industrial en los gobiernos locales, con casos exitosos como Querétaro”. También destacó la importancia de que las regiones busquen activamente inversión, enfocándose en sectores con gran potencial como la electromovilidad, dispositivos médicos y tecnologías avanzadas.
Una reflexión que también hizo Susana Duque, destacando que la IED puede verse limitada en territorios donde no existe una infraestructura o capital humano plenamente desarrollados. “Aquí es donde entra la importancia de las políticas públicas dirigidas a fortalecer las capacidades locales en la creación de centros de capacitación técnica y la inversión en infraestructura que amplíen la participación territorial en la inversión extranjera directa”, afirmó.
Tras la ronda de preguntas, el evento cerró con la reflexión de Nahuel Oddone, jefe de la Unidad de Comercio Internacional e Industria de la sede subregional de la CEPAL, quien destacó que la IED es “una herramienta para superar la trampa de baja capacidad para crecer". Sin embargo, debe enfocarse en atraer inversiones de calidad que contribuyan al desarrollo inclusivo y la cohesión socioterritorial”. Cecilia Plottier concluyó reafirmando el compromiso de la CEPAL de seguir trabajando para generar conocimiento útil para gobiernos, empresas y sociedad civil y fortaleciendo las capacidades regionales para atraer y retener la IED que impulse el desarrollo sostenible de América Latina y el Caribe.